Capítulo 1_Documenta

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Interdependencias: diálogos Sociales & Memorias del cuerpo

Explorando caminos

Si el cine, el documental y la docu-ficción han aportado nueva savia a las ficciones de siempre dando un vuelco a las pantallas, las nuevas dramaturgias han encontrado una feliz vía de escape para renovar un teatro que se encontraba en un callejón sin salida, exhausto de repetir modelos y argumentos, de separar y diferenciar la audiencia del escenario...

¿Qué ha sucedido en los últimos tiempos en el ámbito de las artes del cuerpo y del movimiento, que sea digno de ser definido como revulsivo, como factor de sorpresa, como valor de innovación? Quizás no exista una respuesta unívoca, para semejante pregunta. Pero, quizás se puedan plantear algunas respuestas parciales.


Proyectos sociales

Lo que es seguro es que el trabajo de coreógrafos, dramaturgos, performers, intérpretes y bailarines en proyectos sociales de distinta índole, se cuentan entre esos tres o cuatro factores que han actuado, en los últimos tiempos, como nuevos motores, como agentes de provocación, nuevos espacios de compromiso y elementos de sofisticación del discurso y los procesos.

Una escena preocupada por llevar el concepto y la plástica hasta los confines de los escenarios y más allá, e inlcuir en esos procesos a los colectivos desfavorecidos, las temáticas más conflictivas, olvidadas o silenciadas, los públicos y ciudadanos a menudo alejados de las dinámicas culturales.


Intensas experiencias

Los proyectos comunitarios, las creaciones con temática social, ponen en contacto, de una manera poderosamente intensa, a tres comunidades que usualmente viven unas de espaldas a las otras, o separadas por muros culturales o cuartas paredes: creadores, espectadores y grupos con riesgo de exclusión.

La vorágine que se activa cuando el proceso de trabajo entra en funcionamiento de forma óptima, lleva irremisiblemente a una primera e incuestionable nueva situación: la palabra “normalidad” se pone en crisis. Luego, la “marginación” se transmuta en “visibilidad” y esa “visibilidad” puede ser el detonante de una experiencia intensa, provechosa, que permita a las partes verse, reconocerse y valorarse con nuevos ojos. El paso de la invisibilidad a la celebración y la exhibición, del estatismo al dejarse llevar, requiere un tiempo de trabajo riguroso y de desmontaje de tópicos, de convivencia y de empatía. Pero en estas experiencias, el final siempre es feliz.

 

Nuevos paradigmas

Desde la danza, desde la performance, desde las artes del movimiento, es posible no sólo pensar la sociedad, sino participar en ella, tomar parte activa en sus flujos, entrar bailando en sus episodios más difíciles.

Y hacerlo, como se verá, de una forma gozosa: tratando con valentía e ingenio los temas más políticos, y atreviéndose a plantear dependencias, independencias e interdependencias... reconociendo, por ejemplo, en el cuerpo de unas mujeres encarceladas, los síntomas y las marcas de su circunstancia, pero también los instrumentos para dignificar esa situación vital de aislamiento, a través del arte del cuerpo, del conocimiento y la celebración del propio cuerpo, del uso del cuerpo como medio de expresión.


Se puede bailar incorporando en las coreografías los movimientos de un grupo de adultos con dificultades de aprendizaje, con una capacidad irradiante para el entusiamso, capaz de llenar el escenario. Inspirando las piezas y los proyectos en torno a la memoria del cuerpo. Creyendo en las redes como nuevo espacio de creación y colaboración, y buscando nuevas propuestas para formar al público. Entendiendo al espectador como sujeto activo, y multiplicando sus posibilidades de conocimiento, de disfrute y de implicación mediante los procesos de empowerment. Cruzando la primera persona con la cronología colectiva, la experiencia individual del intérprete y el lugar concreto con la Historia de las artes escénicas y el movimiento.

La performer Sònia Gómez se pregunta: ¿La gente tiene ganas de moverse? ¿Es una tendencia? ¿Por qué la gente tiene ganas de moverse? Quizás no existe una única respuesta para esa pregunta. En todo caso, demos la voz a los creadores, para que nos hablen ellos, para que nos convenzan de nuevo, con nuevos argumentos.